Perfecto equilibrio
La nuez brinda un equilibrado aporte de grasas. Aunque erróneamente mucha gente no la consuma por esta razón, precisamente la mayor virtud de este fruto es la composición de sus lípidos. El 94% son insaturados y el 76% son ácidos grasos esenciales. Apenas 30 gramos diarios de nueces cubren nuestras necesidades básicas de AGE (ácidos grasos esenciales). Sólo este aspecto sirve para explicar su magnífico rol benéfico en problemas cardiovasculares, recomendando la FDA (Administración de Drogas y Alimentos de EEUU) el consumo de 40 gramos de nueces al día para reducir estos padecimientos.
La nuez es pobre en hidratos de carbono (14%), lo cual la hace muy bien tolerada por los diabéticos. En cuanto a proteínas, posee similar porcentaje y de buena calidad. También la nuez es rica fuente de glutatión, proteína esencial en la desintoxicación hepática, excelente anticancerígeno y componente esencial de enzimas que desactivan los peligrosos radicales libres.
Otra virtud de las nueces es su aporte en vitaminas. Destaca la presencia de varios integrantes del grupo B: B1 (necesaria para el buen trabajo cardíaco y para la estabilidad del sistema nervioso), B6 (básica para el correcto funcionamiento cerebral y para la buena producción de glóbulos rojos) y B2. La nuez aporta una buena dosis de vitamina E, de reconocidas propiedades antioxidantes y ácido fólico.
A nivel de minerales, la nuez ofrece una provisión completa y equilibrada. Aporta buenos niveles de fósforo, potasio, hierro, magnesio y calcio, con bajo contenido de sodio; todo lo cual favorece al sistema cardiovascular. Además de ello, la nuez es muy rica en microminerales: cinc, cobre, manganeso. Éstos son claves en la inmunología, la anemia y las funciones reproductivas.
Pero aquí no terminan las virtudes de esta prodigiosa semilla. La nueces son el alimento vegetal que presenta la mayor cantidad de antioxidantes, lo que podría contribuir a prevenir enfermedades coronarias, distintos tipo de cáncer e incluso la demencia. Esto lo afirma un estudio realizado por un grupo de científicos noruegos y estadounidenses, que analizó más de mil alimentos, aseverando que las nueces contienen más cantidad de antioxidantes que naranjas, espinacas, zanahorias o tomates.
Como lo indican sus componente, la nuez es útil en artioesclerosis, insuficiencia cardíaca, angina de pecho, hipercolesterolemia, irritabilidad, estrés, agotamiento nervioso, Párkinson, Alzheimer, tumores, cálculos biliares, anemia, debilidad, exigencia intelectual, esterilidad, asma, artritis, impotencia sexual, diabetes, cálculos renales, problemas de piel, dietas vegetarianas y debilidad estomacal.
Puede consumirse simplemente pelada, entre horas, adicionada a platos principales o como alimento de reserva (caminatas y excursiones). Se recomienda una buena masticación e insalivación para facilitar su digestión. La nuez combina muy bien con cereales, frutas pasas y sobre todo con frutas frescas y ensaladas crudas. También se puede licuar con agua para dar lugar a una nutritiva leche vegetal.
*Sugerencias:
Una bebida interesante se obtiene procesando un par de frutas jugosas (manzanas, duraznos o peras), una cucharada de germen de trigo, un puñado de nueces, una cucharada de miel de abejas y agua a voluntad.
Extraído del libro "Alimentos Saludables".
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