Somos lo que comemos
El consumo de frutas, verduras, legumbres y cereales puede prevenir la diabetes, la hipertensión y la obesidad infantil, enfermedades que en la Argentina alcanzan niveles alarmantes.
Elegimos el mejor combustible para nuestro vehículo; sin embargo, a la hora de alimentarnos, no siempre seguimos las pautas más saludables para nuestro cuerpo.
¿Con qué alimentamos nuestro organismo? ¿cómo nutrimos esta maravillosa maquinaria con la que debemos desplazarnos por el mundo hasta el final de nuestros días? ¿Qué relacion tienen nuestra alimentacion con las enfermedades?
El principal aforismo de Hipócrates anunciaba hace ya varios siglos: "Que el alimento sea tu medicina". La consigna, sustento fundamental de la medicina naturista, guardaba en tan simples palabras una base trascendental. Somos lo que comemos (algo que podriamos ampliar a todo lo que nos nutre a traves de nuestros diferentes sentidos) y si nos alimentamos mal, mal estará nuestra salud. El doctor Claudio Esteve, médico naturista, presidente de la Asociación Naturista de Buenos Aires, refuerza la idea de la calidad: "En una alimentación rica en frutas y verduras crudas, en lo posible orgánicas y sin pesticidas ni manipulación genética, el nivel de toxinas resultante de su combustión será muy inferior que si utilizamos alimentos de baja calidad como procesados, refinados, colorantes, hidratos de carbono de alto índice glucémico (azúcar blanca, golosinas, harinas refinadas, etc.) o alimentos ricos en grasas saturadas como carnes, quesos grasos y embutidos.
Lo cierto es que hoy la ciencia a traves de diferentes estudios permite que nos interioricemos sobre los beneficios y perjuicios de los diferentes tipos de alimentación, dando cuenta de muchas enfermedades que han ido apareciendo o cambiando de acuerdo con nuestra forma de nutrirnos. Ya en 2006, durante el Congreso de la Sociedad Americana de Oncología Clínica, se advertía que una dieta grasa y sin vegetales elevaba un 35% el riesgo de cáncer. Al mismo tiempo, la OMS (Organización Mundial de la Salud) daba a concoer otros efectos del tipo de alimentación al informar la posibilidad de combatir el hambre con alimentos lactovegetarianos por considerarlos más económicos y nutricionalmente más completos. (...) Así, una reducción de tan sólo un 10% en la producción de carne permitiría disponer de los cereales suficientes para alimentar a 60 millones de personas.
Actualmente, hay diversas corrientes que buscan en la alimentación una mejor calidad de vida. En el caso del naturismo, una dieta guiada por sus principios rechaza absolutamente el consumo de carnes de origen animal de cualquier tipo, incluyendo frutos de mar. Consultado sobre la relación de su consumo y la mala alimentacion en general con ciertas enfermedades, Esteve señala: "Sin duda el cáncer y el síndrome metabólico (diabetes, obesidad, hipertensión arterial y dislipidemia) se están transformando en una pandemia. La Argentina es hoy el 2° país en el mundo en cáncer colonrrectal y el país con mayor obesidad infantil de América Latina: el 26, 4% de los chicos y adolescentes argentinos es obeso o tiene sobrepeso.
Por otro lado, si bien hay una mayor consciencia sobre lo que conviene o no para el organismo, todavía no camian los hábitos incorrectos, "lo que a mi entender es la principal causa de la mala salud de la población en general. Sería fundamental que las políticas públicas se orienten en este sentido y se reeduque a la población con pautas nutricionales saludables", reflexiona Esteve. "Hace años que la OMS viene advirtiendo sobre este problema sin que se haga nada oficialmente", dice el doctor y recomienda el consumo de al menos 5 frutas y vegetales al día.
Cambio de hábito
"Una mala nutrición puede reducir la inmunidad, aumentar la vulnerabilidad a las enfermedades, alterar el desarrollo físico y mental, y reducir la productividad", alerta la OMS.
(...) Enrique Jacoby, asesor regional de Alimentación Saludable y Vida Activa de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) insistió en la necesidad de promover en la
población acciones que tiendan a un estilo de vida sano. (...) Es importante que en la infancia los hábitos alimentarios sean saludables ya que perdurarán por el resto de su vida. Así, el rol de los padres será trascendental: muchos de los problemas alimentarios tienen su origen en etapas tempranas de la vida y se pueden prevenir. Las escuelas también pueden hacer un gran aporte. En ese sentido, recientemente la Legislatura porteña sancionó una norma mediante la cual las escuelas estatales y privadas de la Ciudad de Buenos Aires deberán ofrecer a los niños, niñas y adolescentes una alimentación saludable. En la misma línea se lanzó el Programa Nacional para la Promoción del Consumo de Frutas y Verduras con el fin de prevenir enfermedades como obesidad, hipertensión y diabetes, entre otras. Las verduras y frutas son alimentos considerados cardioprotectores por los especialistas debido a que previenen las enfermedades cardiovasculares, dolencias que en el territorio bonaerense, ocasiona más de 32 mil muertes al año.
Extraído de la revista "Rumbos", N° 396
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