Hierbas Medicinales

Cardo Mariano

Un poderoso aliado para limpiar y fortalecer el hígado

Originario de Europa, el conocido vulgarmente como Cardo Mariano es usado desde la antigüedad por sus propiedades medicinales. En nuestro país crece en forma silvestre en distintos lugares, abunda en bordes de caminos, campos de pastoreo, rastrojo y como melaza de diversos cultivos, especialmente en la Pcia de Buenos Aires.
Es fácilmente reconocible por sus flores de color rosa intenso y sus hojas verdes recorridas por franjas blancas. Las semillas de la flor seca concentran la mayor riqueza del Cardo Mariano; en ellas se encuentran sus principios activos que en conjunto reciben el nombre de Silimarina.


¿Cuáles son los beneficios de Silimarina?
Este compuesto, que es en realidad un extracto de las semillas de Cardo Mariano, cumple muchas funciones, que han sido científicamente comprobadas:

• Actúa como antioxidante en las células del hígado protegiéndolas de daños causados por radicales libres (sustancias químicas muy reactivas que oxidan las células, alteran el ADN y aceleran el envejecimiento).
• Incrementa la capacidad del hígado para regenerarse mediante el crecimiento de nuevas células hepáticas.
• Mejora la capacidad del hígado para eliminar toxinas del organismo.
• Ayuda con la digestión de grasas.
• Contribuye a prevenir o sanar el hígado dañado por el alcohol, las drogas, los pesticidas, enfermedades como la hepatitis, etcétera.
• Protege contra la toxicidad causada por los medicamentos que dañan o inflaman al hígado.
• Es antioxidante y cardio-tónico.
• Contribuye a compensar o prevenir el daño hepático causado por las medicaciones para el tratamiento del sida.

Por los beneficios mencionados, el Cardo Mariano se utiliza en intoxicaciones hepáticas, inflamaciones, hepatitis, cirrosis, agotamiento y astenia, colesterol elevado, hipotensión, tumores, cálculos vesiculares, problemas gastrointestinales, alergias, asma, hemorroides, várices, jaquecas y neuralgias.


¿Cómo consumirlo?

Pueden prepararse infusiones con las semillas, o bien, en forma de tintura (preparación poco manipulada físicamente y que conserva las propiedades benéficas de las hierbas) o cápsulas.
Ante cualquier enfermedad hepática severa es recomendable la supervisión de un profesional.

Extraído de la revista "Un Mundo Mejor", Nro 7