"Después de tantos años, nunca el sol le dijo a la tierra: estás en deuda conmigo. Pensad lo que puede hacer un Amor así... iluminar todo el Mundo".

lunes, 6 de febrero de 2012

Las algas

Vegetales acuáticos


Si bien algunos no consideran a las algas como un verdadero alimento creemos que dicho concepto deber ser revisto, a la luz de su gran riqueza nutricional y terapéutica. Su incorporación a la dieta de todos los días aporta gran cantidad de beneficios, sobre todo a nivel de mucosidad y flora intestinal, por lo cual merecen un sitio destacado en una despensa depurativa y saludable.

Las algas son vegetales que crecen bajo el agua (salada o dulce). Concentran gran cantidad de minerales (sobre todo yodo y magnesio), vitaminas, proteínas, clorofila, carotenos y fibras que protegen la flora intestinal. Como las verduras terrestres, cada tipo de alga tiene particulares características, por lo cual debemos variar su consumo.
Entre las algas marinas, las más conocidas son las kombu (las más ricas en yodo, vitaminas B y A), las wakame (ricas en vitamina B), las kelp (pueden usarse molidas, como sal), el agar-agar (gelatina vegetal), las hiziki (las mejor dotadas en hierro y calcio), las  cochayuyo (típicas del Pacífico) y las nori (ricas en carotenos, potasio, fósforo). Las algas marinas, al ser espontáneas del medio marino, son, al igual que la sal integral, invaluable fuente de minerales marinos, generalmente agotados en el suelo donde se cultivan nuestros alimentos.
Por su parte, los mayas eran grandes consumidores de espirulina, alga de agua dulce, rica en proteínas (posee 21 de los 23 aminoácidos y los 8 esenciales, sobre todo triptófano que es un potente antidepresivo), vitaminas (es la fuente natural más rica en B12), minerales (hierro, magnesio, potasio), enzimas, antioxidantes y ácidos grasos esenciales.
Generalmente se pueden conservar por largo tiempo, en forma de hojas deshidratadas, en ambiente seco. También se pueden hallar en forma de pulverizados (kelp, espirulina, agar-agar), en escamas o en planchas (nori).
A modo de resumen podemos decir que las algas:

  • Refuerzan el sistema inmunológico.
  • Aportan nutrientes claves.
  • Estimulan el metabolismo y el sistema endocrino (glándulas).
  • Reequilibran y remineralizan el organismo.
  • Estimulan el aparato circulatorio.
  • Limpian el sistema linfático.
  • Retardan el envejecimiento por su efecto antioxidante.
  • Coadyuvan en curas de adelgazamiento.
  • Protegen y lubrican las mucosas.
  • Regularizan la función intestinal.
  • Son antirreumáticas y anticancerígenas.
  • Bajan el azúcar y el colesterol.
  • Depuran y fluidifican la sangre.
  • Desintoxican el organismo.


Consumo de algas
Conviene incorporar las algas marinas a la cocción base de cereales y legumbres, ya que requieren hidratación y cocción. También pueden agregarse a sopas y guisos, previo remojo en agua tibia durante al menos una hora. Con el agar-agar (gelatina vegetal) pueden prepararse ricos y prácticos aspics (gelatinas) de frutas y verduras, resultando también útil para gelificar mermeladas y otros platos.
Por su parte, la espirulina no necesita el proceso de remojo y cocción como las marinas (por el contrario, el calor las perjudica), con lo cual es posible preservar muchos nutrientes termosensibles, simplemente espolvoreándola sobre ensaladas o sopas. Es un integrador ideal para enriquecer licuados y batidos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario